Tendencias en ciberseguridad para 2024: protección de la tecnología frente a las nuevas amenazas
Ahora que estamos a las puertas de una nueva era digital, la necesidad de una ciberseguridad sólida nunca ha sido tan acuciante para los directivos. La rápida evolución de la tecnología se corresponde con la creciente sofisticación de las ciberamenazas, lo que exige una mayor preparación y planificación estratégica.
Además, la naturaleza interconectada de las empresas modernas amplifica las posibles repercusiones de un ciberataque, lo que subraya la importancia de una toma de decisiones informada, una asignación de recursos juiciosa y el cultivo de una cultura centrada en la ciberseguridad.
Según el Estudio Global de Lenovo sobre CIOs, el 66% de los CIOs consideran la ciberseguridad entre sus problemas más desafiantes. A continuación, se presentan 7 tendencias emergentes en ciberseguridad para 2024, que hacen hincapié en la necesidad de una supervisión continua y de estrategias adaptativas.
- Seguridad de los puntos finales: con el aumento del trabajo a distancia, es fundamental contar con una sólida seguridad de los puntos finales. Esta sección explora las medidas avanzadas, incluido el uso de plataformas dedicadas (EPP) para la detección de amenazas.
- Arquitectura de confianza cero: un cambio de paradigma, la confianza cero hace hincapié en la verificación continua. Es crucial en una era en la que la seguridad tradicional basada en el perímetro es insuficiente.
- IA y automatización: más allá de ser herramientas para las amenazas, la IA y la automatización también pueden ayudar a mejorar la defensa de la ciberseguridad. Algunos ejemplos son la detección de amenazas en tiempo real y la respuesta automatizada ante incidentes.
- Seguridad en la nube: con el auge de la adopción de SaaS, proteger la nube es primordial. La sección destaca diversas estrategias, desde los protocolos de cifrado hasta la gestión de identidades y accesos.
- Cumplimiento de la normativa: la evolución de la normativa requiere un enfoque matizado. Crear un marco de cumplimiento alineado con las necesidades del sector mejora la resistencia general de la ciberseguridad.
- Cultura centrada en la ciberseguridad: es más que tecnología; es esencial un cambio cultural. El liderazgo y el aprendizaje continuo son clave, con ejemplos como simulaciones de phishing y módulos gamificados.
- Compartir inteligencia sobre amenazas: compartir inteligencia sobre amenazas refuerza las defensas. La colaboración en todo el sector, desde las plataformas de inteligencia sobre amenazas hasta los ISAC, es fundamental.
La naturaleza dinámica de la ciberseguridad exige un enfoque proactivo y adaptable. Los altos ejecutivos, si se mantienen informados, invierten en tecnologías avanzadas y fomentan una cultura consciente de la ciberseguridad, pueden navegar con seguridad por las complejidades de la era digital. La ciberseguridad no es un reto estático; es un viaje en evolución que requiere un compromiso y una innovación continuos. Quienes den prioridad a la ciberseguridad no sólo sobrevivirán, sino que prosperarán en esta era digital en constante evolución.
A medida que el próximo año anuncia muchas nuevas perspectivas en el campo digital, el tema de la ciberseguridad se ha vuelto más crítico que nunca para los ejecutivos de la C-suite. La tecnología avanza, pero también lo hacen las ciberamenazas, lo que exige un mayor nivel de preparación y planificación estratégica.
En el clima actual, en el que las empresas dependen en gran medida de sistemas digitales interconectados, las repercusiones de un ciberataque pueden ser devastadoras. La rápida evolución de las ciberamenazas exige a los responsables de las organizaciones enfoques proactivos y adaptables.
Para ayudarle a desarrollar una estrategia sólida y fomentar una colaboración eficaz con este fin, nuestro artículo pretende ofrecerle las tendencias emergentes en ciberseguridad de 2024, así como algunos consejos que puede utilizar para fortalecer su pila tecnológica contra el cambiante panorama de las amenazas.
Esto garantizará que esté preparado para tomar decisiones informadas, asignar recursos con criterio y fomentar una cultura centrada en la ciberseguridad dentro de su organización.
La evolución del panorama de la ciberseguridad
Los retos a los que se enfrentan las empresas en materia de ciberseguridad cambian constantemente, ya que las amenazas son cada vez más sofisticadas y agile.
El Estudio Global de Lenovo sobre CIOs muestra que nada menos que el 66% de los CIOs mencionan la ciberseguridad y el ransomware como parte de los retos más difíciles a los que tienen que hacer frente.
Estos retos incluyen un repunte de los ataques de ransomware, vulnerabilidades de la cadena de suministro y la creciente explotación de la inteligencia artificial (IA) en las ciberamenazas. Comprender la evolución de estas amenazas es el primer paso para fortalecer las defensas de su organización.
El crecimiento exponencial de las ciberamenazas exige un enfoque vigilante, que requiere una supervisión y adaptación continuas de las estrategias de ciberseguridad. A medida que los actores de las amenazas evolucionan, también deben hacerlo los mecanismos de defensa establecidos para proteger la información sensible y los activos digitales. Las organizaciones deben anticiparse a estas amenazas mediante la adopción de inteligencia avanzada sobre amenazas y mecanismos de defensa proactivos.
7 tendencias emergentes en ciberseguridad en 2024
1. Seguridad de los puntos finales
Con la proliferación del trabajo a distancia y el creciente uso de dispositivos móviles, la seguridad de los puntos finales se ha convertido en un punto central de las estrategias de ciberseguridad. Esto se refiere a la protección de cualquier tipo de dispositivo utilizado por las personas en las organizaciones: ordenadores portátiles, teléfonos móviles, tabletas, etc.
La seguridad de los puntos finales ya no es una consideración secundaria; es una defensa primaria contra las ciberamenazas. A medida que el trabajo desde cualquier lugar se convierte en la norma, la superficie de ataque se amplía, haciendo que los endpoints sean más susceptibles de ser explotados.
Para garantizar un alto nivel de seguridad en este aspecto, los CIO y otros ejecutivos de la C-suite deben mantenerse a la vanguardia implantando sólidas medidas de seguridad en los puntos finales. Entre ellas se incluyen Plataformas de protección de puntos finalestambién conocidas como EPP. Estas soluciones pueden desplegarse directamente en los dispositivos para prevenir diversos ataques.
Los últimos avances en seguridad de endpoints también incluyen el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático para la detección de amenazas. Mediante la adopción de medidas proactivas en la seguridad de los endpoints, las organizaciones pueden mitigar los riesgos y garantizar un entorno digital seguro.
2. Arquitectura de confianza cero
La arquitectura de confianza cero ha surgido como un cambio de paradigma en la ciberseguridad, haciendo hincapié en la necesidad de no confiar en nadie y verificarlo todo. En un modelo de Confianza Cero, un usuario o terminal no puede acceder a un espacio virtual mientras su identidad y permisos no sean verificados. Y esto sin tener en cuenta si ya había accedido a ese espacio con anterioridad.
Como los usuarios trabajan cada vez más con soluciones SaaS basadas en entornos de nube, ya no existe un perímetro bien definido entre los datos ubicados dentro y fuera de una organización. Esto hace que sea más fácil para los ciberatacantes encontrar la manera de entrar en un sistema y recopilar información confidencial. Así pues, un enfoque de confianza cero se erige como la mejor defensa para anticiparse a cualquier intrusión externa.
Al implantarla, las organizaciones pueden mejorar sus mecanismos de defensa, especialmente en una era en la que la seguridad tradicional basada en el perímetro ya no es suficiente.
Este tipo de arquitectura supone un cambio fundamental en la forma en que las organizaciones abordan la ciberseguridad. Desde la verificación de la identidad hasta la supervisión continua, adoptar una mentalidad de confianza cero es crucial para protegerse de las ciberamenazas sofisticadas.
3. IA y automatización
La inteligencia artificial (IA) y la automatización desempeñan un doble papel en el juego de la ciberseguridad: no solo son herramientas utilizadas para las ciberamenazas, sino también poderosos aliados en la defensa de la ciberseguridad. Entonces, las organizaciones pueden aprovechar la IA y la automatización en muchos aspectos para mejorar drásticamente sus esfuerzos de ciberseguridad.
En primer lugar, las soluciones basadas en IA ofrecen un enfoque proactivo para identificar y mitigar los riesgos con rapidez. Permiten a los equipos de TI analizar grandes conjuntos de datos en tiempo real, identificando patrones y anomalías que podrían eludir las medidas de seguridad tradicionales. Por ejemplo, los modelos de aprendizaje automático pueden detectar comportamientos inusuales de los usuarios, como tiempos de inicio de sesión irregulares, que indican una posible infracción.
En cuanto a la seguridad de la red, las soluciones basadas en IA pueden supervisar continuamente el tráfico de la red para detectar patrones inusuales o desviaciones del comportamiento normal. Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden detectar un aumento repentino de solicitudes de datos o identificar un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) en sus primeras fases. A continuación, los procesos automatizados pueden aplicar protocolos de seguridad predefinidos, como desviar el tráfico o bloquear direcciones IP maliciosas, para frustrar posibles amenazas.
A continuación, la automatización agiliza el proceso de mitigación de riesgos en la respuesta a incidentes, mediante la ejecución de acciones predefinidas sin intervención humana. Un ejemplo ilustrativo es la aplicación automática de parches de seguridad una vez detectada una vulnerabilidad. Esta respuesta rápida no sólo minimiza el impacto de un incidente cibernético, sino que también reduce la ventana de oportunidad para que los actores de amenazas exploten las debilidades.
4. Seguridad en la nube
Como ya hemos mencionado, con la adopción generalizada de las tecnologías en la nube, es primordial proteger el entorno en la nube de su organización.
La investigación de Gartner muestra que el gasto total en herramientas SaaS por parte de las empresas está a punto de alcanzar los 197.000 millones de dólares en 2023, lo que representa un aumento de casi el 18% en comparación con 2022. Dado que estas soluciones funcionan en un entorno en la nube, esto significa que las organizaciones deben establecer una estrategia sólida para proteger los datos confidenciales almacenados en la aplicación en la nube que utilizan.
Desde los protocolos de cifrado hasta la gestión de identidades y accesos (como Zero Trust), los ejecutivos deben asegurarse de que sus organizaciones aprovechan los últimos avances en seguridad en la nube para protegerse de posibles infracciones.
La seguridad en la nube no es un enfoque único. Debe haber una comprensión matizada de los diversos retos y oportunidades de la seguridad en la nube. Desde los entornos multinube hasta la seguridad de los contenedores, los ejecutivos obtendrán información para elaborar una estrategia integral de seguridad en la nube que se ajuste a sus objetivos organizativos.
5. 5. Cumplimiento de la normativa
El panorama normativo de la ciberseguridad está evolucionando, y los gobiernos de todo el mundo promulgan medidas estrictas para proteger los activos digitales. Los directivos de las empresas deben navegar por estas complejas normativas sin tropiezos para garantizar su cumplimiento.
Esto significa que tienen que superar dos retos: crear un marco de cumplimiento que no sólo satisfaga los requisitos legales, sino que también mejore su ciberseguridad general.
Para establecer un sistema seguro y que cumpla la normativa, las empresas y organizaciones pueden adoptar un enfoque proactivo que se ajuste a su sector específico y a los requisitos normativos. Por ejemplo, la aplicación de medidas sólidas de protección de datos, software específico y un sistema de gestión del cumplimiento fiable pueden abordar las complejidades de normativas como el GDPR. Las auditorías y autoevaluaciones periódicas también son esenciales para mantener el cumplimiento, ya que proporcionan a las organizaciones información sobre posibles vulnerabilidades.
El cumplimiento normativo es más que una casilla de verificación; es un imperativo estratégico para la ciberseguridad. Entonces, los ejecutivos que alinean estratégicamente los esfuerzos de cumplimiento con las necesidades específicas de su industria y entorno regulatorio construyen un sistema resistente que puede soportar los desafíos cambiantes del panorama digital.
6. Cultura centrada en la ciberseguridad
Una postura centrada en la ciberseguridad va más allá de la tecnología; requiere un cambio cultural dentro de las organizaciones.
El liderazgo desempeña un papel fundamental a la hora de marcar el tono de esta cultura, haciendo hincapié en la importancia de la ciberseguridad en todos los aspectos de la empresa. Por lo tanto, los directivos deben fomentar una cultura centrada en la ciberseguridad en la que todos los empleados participen activamente en la protección de los activos digitales.
Unos canales de comunicación eficaces, desde actualizaciones periódicas hasta informes transparentes, crean un entorno en el que los empleados se sienten informados y capacitados. Desde los programas de formación continua hasta la creación de un sentido de responsabilidad compartida entre los miembros del equipo, es necesario cultivar constantemente una cultura concienciada con la ciberseguridad, haciendo hincapié en el papel de la colaboración, la comunicación y el aprendizaje continuo.
El aprendizaje continuo es esencial en un panorama de amenazas en rápida evolución. Las organizaciones pueden implementar diversos formatos para la formación, como simulaciones de phishing y módulos gamificados, haciendo que la educación en ciberseguridad sea interactiva y atractiva. Establecer mecanismos de actualización integrados también puede garantizar que los empleados se mantengan informados sobre las últimas amenazas y medidas preventivas.
No olvide que la creación de una cultura centrada en la ciberseguridad no es una iniciativa puntual, sino un proceso continuo que requiere compromiso y constancia. Al adoptar enfoques innovadores para la participación de los empleados en el viaje de la ciberseguridad, las organizaciones no solo mejoran sus defensas, sino que también fomentan un sentido de responsabilidad compartida.
7. Intercambio colaborativo de información sobre amenazas
En el panorama interconectado de la ciberseguridad, compartir inteligencia sobre amenazas es una estrategia poderosa. El intercambio colaborativo de inteligencia sobre amenazas entre organizaciones tiene muchas ventajas.
Mediante el establecimiento de asociaciones y redes de intercambio de información, las empresas pueden reforzar colectivamente sus defensas contra las amenazas emergentes. El poder de la inteligencia colectiva se convierte en un multiplicador de fuerzas a la hora de identificar y mitigar los riesgos de ciberseguridad.
El intercambio colaborativo de información sobre amenazas va más allá de los límites de cada organización. La colaboración en todo el sector también puede ser una gran baza en la lucha contra las ciberamenazas. Desde las plataformas de inteligencia sobre amenazas hasta los centros de análisis e intercambio de información (ISAC), los ejecutivos obtendrán información para fomentar los esfuerzos de colaboración que mejoren la resistencia general de su sector en materia de ciberseguridad.
Conclusión:
Al concluir esta exploración de las tendencias de ciberseguridad para 2024, el mensaje es claro: el panorama digital exige un enfoque proactivo y adaptativo de la ciberseguridad.
Los altos ejecutivos deben aceptar la naturaleza cambiante de las ciberamenazas y dotar a sus organizaciones de los conocimientos y herramientas necesarios para contrarrestarlas. Manteniéndose informados, invirtiendo en tecnologías avanzadas y fomentando una cultura consciente de la ciberseguridad, los directivos pueden navegar con seguridad por las complejidades de la era digital.
El compromiso con la ciberseguridad no es sólo una medida defensiva: es una inversión estratégica que garantiza la longevidad y resistencia de las empresas en la era digital.
El panorama de la ciberseguridad es dinámico, y también deberían serlo las estrategias empleadas por las empresas y organizaciones. Hay una necesidad constante de aprendizaje continuo, adaptabilidad y una mentalidad con visión de futuro.
Le animamos a que vea la ciberseguridad no como un reto estático, sino como un viaje en evolución que requiere un compromiso y una innovación continuos. A medida que se amplía la frontera digital, las organizaciones que den prioridad a la ciberseguridad no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en una era en la que las ciberamenazas son una realidad constante.